La cerámica tiene como objetivo conseguir ser lo más natural posible. Materiales nobles, como el mármol y la piedra, nos acercan tanto a la belleza como a la imperfección de la naturaleza.
Nos referimos a él cuando somos capaces de combinar estilos como el hidráulico con la madera y las piedras con los cementosos, de manera que, sin complejos, consigamos un armonía espacial y temporal como nunca antes había sido posible.
Quizá sea el material más exitoso de estos últimos años, y no es de extrañar, pues la calidez de la madera, su tacto y color hacen de nuestro hogar un lugar ideal para compartir nuestros mejores momentos.
Cerámica inspirada en recuerdos de nuestra infancia, el calor de la familia y el cariño de nuestros mayores. Nostalgia plasmada en baldosa cerámica de color y diseño como los de antaño.
Es la última tendencia en cerámica. Para la cerámica, hoy en día, los grandes formatos se han convertido casi en obsesión, así como la ausencia de juntas para conseguir espacios oxigenados y amplios. Con estas medidas abrazamos el trabajo artesanal tan apreciado.
Baldosas porcelánicas que reinventan un concepto industrial y gris adaptándolo a viviendas urbanas y cosmopolitas, dotándoles de espacios abiertos que permiten ceder protagonismo a otros elementos decorativos de nuestro hogar.
Gres porcelánico preparado para superficies exteriores y fachadas. Una vivienda con materiales adecuados en su fachada nos anuncian el buen gusto de sus propietarios, porque la primera impresión es la que cuenta.
Una buhardilla desaprovechada, un sótano inutilizado o una casita en el campo auténtica. Démosles la calidez que nos otorga lo rústico. Un gran paso sería utilizar azulejos de formato pequeño, de diverso color o gres porcelánico imitando al barro cocido o manual.
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestro sitio web. Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.Estoy de acuerdoLeer más